Pornografía. El enemigo en casa
Cada vez son más las personas que consumen pornografía. Generalmente, son los hombres quienes la han consumido de manera más habitual respecto a las mujeres. Sin embargo, desgraciadamente está cambiando. Y no sólo hay un incremento en el consumo sino también en la precocidad de hacerlo. Recientes estudios datan la edad media del inicio de consumo de pornografía entorno a los 9 y 10 años.
Padres y educadores, ¿qué estamos haciendo mal? ¿Cuáles son las causas que llevan a nuestros hijos, principalmente, a aprender una sexualidad en la que se desprecia de forma violenta y cosifica a la mujer, se reduce el acto de amar a un mero mercadeo se sensaciones fugaces, cuyas relaciones personales son irreales y sus consecuencias devastadoras, como la soledad yo la frustración de no poder amar ni ser amados verdaderamente?
Hemos de educar a nuestros hijos brindándoles una educación sexual integral. ¿Y cómo se consigue eso?
1. En el seno familiar, siendo vosotros los padres los que deis ejemplo de manifestaciones, muestras de respeto y de cariño entre vosotros. Si os ven discutir, que también os vean pediros perdón.
2. La educación sexual, como cualquier aprendizaje, hay que impartirla desde que nuestros hijos son pequeño, evidentemente, ajustada a su entendimiento y edad. Dicha educación deben ir de la mano de virtudes como el pudor, la fortaleza, el autocontrol y el valor de la espera entre otras. Hay que llamar a las cosas por su nombre, ya que de lo contrario, quitamos importancia y seriedad a algo tan importante como es su sexualidad.
3. Retrasar todo lo que se pueda el uso de las pantallas, sin dejar de establecer horarios y entornos en donde deben usarse. El baño y la habitación no son lugares apropiados para ello, tampoco lo son la nocturnidad y la soledad.
4. Crear momentos de confianza padre-hijo/madre-hija, en los que se sientan seguros al compartir su intimidad. No tengáis miedo pensando que no estáis lo suficientemente formados, sois sus padres y el amor que sentís hacia ellos es mucho mayor que el de un tercero. No pasa nada por dejar esa puerta abierta y posteriormente, entre los dos, retomar la conversación así podréis ir acompañándole a descubrir su sexualidad como varón en el caso de vuestro hijo y como mujer si se trata de vuestra hija.
5. Tener una actitud positiva y luchadora a lo largo de todo el proceso de aprendizaje afectivo-sexual. El ejercicio físico y las convicciones trascendentales ayudan notablemente a darle un sentido profunda a la sexualidad.
Finalmente, hago un llamamamiento a todos los padres y madres que penséis que vuestro hijo aún es muy pequeño. No seáis ingenuos, en este tema más vale llegar 1 año antes que 10 minutos tarde.