Media naranja

Recientemente he oído a varios autores que me son muy queridos, y que son sabios, que la vieja idea de la media naranja no es adecuada para referirse al amor erótico -que diría CS Lewis- y del matrimonio. Y son autores que de estos temas saben. Pero, por otro lado, creo en la democracia en tanto creo en la sabiduría popular: si durante siglos se ha hablado coloquialmente de medias naranjas, algo de agua debe llevar el mencionado río toronjero.

Vayamos por partes. El profesor Jokin de Irala decía en una conferencia, hace poco, que la pareja de alguien no es la media naranja, porque en la pareja “uno es naranja y el otro manzana”, queriendo significar que los hombres y las mujeres somos profundamente distintos. Y es verdad, y en ese sentido le compro el rechazo a la media naranja. Desde que estamos siendo gestados en el seno materno comienzan a producirse hormonas masculinas o femeninas que influyen decisivamente en el desarrollo del sistema nervioso. Por eso el cerebro del hombre funciona con cajas estanco mientras que el de la mujer es una gran bola de cables, en palabras de Mark Gungor.

Por otra parte, en un muy interesante libro para jóvenes sobre afectividad, los profesores Pérez-Soba y Granados afirman que la imagen de la media naranja implica que la pareja se cierra: en cuanto las dos mitades conectan, se cierran en una esfera autosuficiente, volcada en su interior. Y este cerrarse es, a su juicio y al mío, precisamente lo contrario del verdadero matrimonio.

Pero aquí viene mi punto de disensión: la imagen de la media naranja vale precisamente porque la naranja, redonda, cerrada, con cáscara y todo lo que se quiera, no es imagen de cerrazón sino de apertura: en esa intimidad redonda se gestan las semillas, que darán lugar a otras naranjas. Y junto a las semillas, van madurando el jugo y la pulpa, que alegrarán la vida de tantos. La naranja completa, con sus dos mitades, es vida. Y lo es porque las dos mitades están ahí. ¡Benditas naranjas que nos hablan de tan altas cosas!

Antonino González, Doctor en Filosofía y colaborador de Asesoramiento UFN

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