La contaminación ambiental afecta a la fertilidad
Un estudio a gran escala realizado en la Universidad de Módena y Reggio Emilia, en Italia, ha encontrado que la reserva ovárica se ve afectado negativamente por los altos niveles de contaminación en el aire. Se trata de un estudio de ‘datos reales’ que utiliza mediciones hormonales tomadas de más de 1.300 mujeres italianas.
Hay evidencias de que muchos químicos ambientales, así como los componentes naturales y artificiales de la dieta diaria, pueden alterar el papel fisiológico de las hormonas, interfiriendo con su biosíntesis, señalización o metabolismo. La hormona en cuestión (la hormona antimulleriana o AMH) es un marcador circulante confiable de la reserva ovárica.
Ya se conoce la influencia de la edad y el tabaquismo en los niveles séricos de AMH, pero hasta ahora no se ha demostrado un efecto claro de los factores ambientales.
Los resultados de las 1.463 mediciones de AMH recopiladas de 1.318 mujeres mostraron en primer lugar, como se esperaba, que los niveles séricos de AMH después de la edad de 25 años estaban inversa y significativamente relacionados con la edad de la mujer. También estaban relacionados con los contaminantes ambientales definidos como PM10, PM2.5 (materia particular diaria) y NO2 (dióxido de nitrógeno). Esta asociación fue independiente de la edad.
Por tanto, se confirma que, independientemente de la edad, cuanto mayor sea el nivel de partículas y NO2, menor será la concentración sérica de AMH. La exposición a altos niveles de estas partículas ambientales aumenta el riesgo de tener una reserva ovárica muy reducida en un factor entre 2 y 3.
Aunque la edad es el determinante más importante de la concentración de AMH en las mujeres, otros factores como el tabaquismo, el peso corporal y la anticoncepción hormonal a largo plazo ya se reconocen como un impacto en la AMH. Los contaminantes ambientales también pueden tener un efecto significativo en la determinación de los niveles circulantes de AMH.
Fuente: infosalus