1. Se puede realizar en cualquier etapa de la vida, desde que se inicia la menstruación, y se normalizan los ciclos, hasta la llegada de la menopausia.
2. Ayuda a la mujer a conocerse mejor y comprender así los cambios que experimenta en las distintas fases del ciclo.
3. Puede ayudar a detectar y prevenir enfermedades ginecológicas. Las mujeres que lo usan de manera regular rápidamente observan cambios mínimos y solicitan ayuda médica de manera precoz, disminuyendo así la posibilidad de que aparezcan complicaciones.
4. El hombre también aprende a conocer mejor los cambios físicos y emocionales de la mujer en cada una de las distintas fases del ciclo, lo que ayuda a la pareja a sobrellevar mejor determinadas situaciones y a estar más unidos.
5. Cuando la pareja decide no buscar un nuevo embarazo, y voluntariamente respeta el ciclo natural de la mujer, posponiendo las relaciones íntimas a los días no fértiles, éstas se viven de manera más especial y refuerza la unión de la pareja.